¿Tienes seguro de salud?
Es innegable que el seguro de salud hace más accesible la atención médica, incluidos los servicios preventivos como las pruebas de detección y las revisiones periódicas con tu médico.
Considera el hecho de que sólo un tercio de la población estadounidense sin seguro médico programó una visita preventiva con su médico en 2020. En su lugar, el 74% de los adultos con seguro de salud acudieron a su médico para una visita preventiva durante el mismo año.
Si no tienes seguro, o tienes una póliza que no se ajusta a tus necesidades, es importante que te informes sobre la cobertura médica para encontrar una póliza que se ajuste a tus necesidades y a tu presupuesto.
Hazte las siguientes preguntas importantes antes de comprar una póliza:
1. ¿Qué es la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio? El objetivo de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio es hacer más accesible el seguro médico ampliando la cobertura de Medicaid, creando un mercado en el que puedes buscar pólizas y exigiendo a los proveedores de seguros que ofrezcan cobertura a los clientes a pesar de las condiciones de salud preexistentes.
2. ¿Eres elegible para Medicaid o Medicare? Puedes optar por Medicare si tienes más de 65 años y has estado pagando el impuesto de Medicare durante al menos 10 años. La cobertura de Medicaid está disponible a nivel estatal, lo que significa que los requisitos varían según el lugar donde vivas.
- La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio establece el ingreso mínimo que te hace elegible para Medicaid en el 133% del nivel federal de pobreza. Es posible que tu estado ofrezca cobertura a personas que ganan más.
- Incluso si eres elegible para Medicaid o Medicare, también puedes adquirir una cobertura adicional si crees que estos programas no satisfacen totalmente tus necesidades.
3. ¿Cuáles son tus opciones si no tienes derecho a Medicaid o Medicare? Sigues teniendo muchas opciones:
- Puedes comprar un seguro a través de un agente de seguros médicos autorizado y posiblemente optar a otras ayudas. Haz clic aquí para obtener una cotización gratis de Sky Proservices.
- También puedes recibir cobertura a través de tu empleador.
- Si eres menor de 24 años, tus padres pueden incluirte en su póliza.
- Además, también puedes encontrar pólizas personales alternativas fuera de estos ámbitos.
4. ¿Qué factores debes tener en cuenta al elegir una póliza? Es importante elegir una póliza de seguro de salud que se ajuste a tus necesidades y a tu presupuesto. Ten en cuenta estos factores antes de adquirir la cobertura:
- Las primas mensuales. Corresponde a la cantidad que tendrás que pagar mensualmente para recibir la cobertura.
- Deducible. Se trata de la parte de los gastos médicos que te corresponde, antes de que el seguro empiece a cubrir tus gastos. La mayoría de las pólizas incluyen un copago para las consultas médicas y un deducible más elevado si necesitas una intervención quirúrgica u otra forma costosa de tratamiento.
- Cantidad de cobertura ofrecida. ¿Qué porcentaje de tus gastos médicos pagará la compañía de seguros? ¿Hay una cantidad máxima?
- Reputación de tu proveedor de seguros de salud. Elige una compañía con buenas reseñas. Tu proveedor de seguros debe valorar el servicio al cliente y tramitar las reclamaciones con rapidez y eficacia.
5. ¿Qué factores influyen en las primas de tu seguro de salud? Tus primas se basan en la probabilidad de que necesites cobertura para los gastos médicos.
Estos son los factores en los que se fijan los proveedores de seguros de salud:
- Tu edad. Adquirir una cobertura de salud mientras eres joven y estás sano te ayudará a obtener primas bajas.
- Tu ubicación. El costo de la vida en tu zona puede afectar a tus primas.
- Tabaquismo. Consumir tabaco puede hacer que tus primas sean un 50% más altas que las ofrecidas a un no fumador.
- Tipo de plan que adquieras. Las primas son más elevadas para las pólizas con menores gastos de bolsillo.
La falta de atención médica tiene muchas desventajas, como aplazar las pruebas de detección de una serie de enfermedades y no programar revisiones periódicas con tu médico. Si te enfermas o lesionas, acabarías con cuantiosas facturas médicas.
Quizá la pregunta más importante que debes hacerte es: “¿Puedo darme el lujo de no tener un seguro médico?”.