¿Debes obtener un seguro de vida para tu hijo?
Un seguro de vida para tu hijo puede parecer un concepto extraño, e incluso inquietante para muchas personas. Pero el objetivo de obtener un seguro de vida para un hijo no es una expectativa de fallecimiento prematuro. Hay muy buenas razones por las que obtener una póliza de seguro de vida para tu hijo a una edad temprana es una buena idea.
Las primas son bajas
Cuando tu hijo es joven y está sano, tiene derecho a las mejores tarifas de seguro de vida posibles, y si obtienes una póliza de vida universal indexada, esas primas no cambian a medida que el niño crece. Una vez que tu hijo cumpla la mayoría de edad, puede asumir el pago de las primas y seguir disponiendo de la póliza a medida que se hace mayor, sin que aumenten las primas. Incluso si más adelante se le presentan problemas de salud que le impidan tener derecho a una póliza de seguro de vida, no se le puede eliminar la existente. Tu hijo tendrá una póliza de seguro de vida válida para toda la vida, pase lo que pase.
El dinero comienza a acumularse
Cuanto antes obtengas la póliza, más pronto empezará a acumularse el dinero en la cuenta. Esto puede servir como una cuenta de ahorros a la que tu hijo puede contribuir a medida que crece, o de la que puede disponer cuando la necesite. En el momento en que tu hijo cumpla los 18 años, una cuenta de acumulación de efectivo iniciada al nacer puede llegar a acumular una cantidad considerable de dinero.
Si ocurre lo peor
Ningún padre quiere pensar en ello, pero si ocurre una tragedia, un seguro de vida puede ofrecerte el tiempo que necesitas fuera del trabajo para ocuparte del bienestar emocional y mental tuyo y de tu familia. Aunque ésta no es la razón principal para obtener una póliza de seguro de vida para tu hijo, en el peor de los casos, te sentirás tranquilo por la ayuda adicional.
Si estás pensando en obtener una póliza de seguro de vida para tu hijo, no pienses que es algo malo o que te da miedo pensar en ello. Las principales razones para obtener la póliza no son de carácter moral, sino que se trata simplemente de una planificación inteligente y de pensar en el futuro de tu hijo.